lunes, 16 de marzo de 2009

"LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES"

Bueno, ya he terminado de leerme la primera parte de la trilogía de moda: “Los hombres que no amaban a las mujeres”, la novela del fallecido Stieg Larsson.

Empecé tan feliz, pero ¡Qué asco de libro! Vaya mierda. Que vale, que yo soy una feminista pseudo-radical y que un libro así no me podía satisfacer del todo. Bueeeeno vale. Esperaba demasiado. Aún así expondré lo más grimoso de la historia (según mi criterio, claro). Para la que no se lo haya leído, que pare aquí.

Pero, antes he de comentar una cosa, una cosa que me ponía de las nerrrrrrrvios el libro y que aún así pienso adoptar ya forever: Esa cosa absurda de poner algunas cosas en inglés. En serio que cada vez que veía las letras esas en cursiva, se ponían los pelos como escarpias. ¿Es que en Suecia la peña habla así? Ni idea, por desgracia no conozco a ningún sueco, pero voy a empezar a expresarme así. Jajajajaja. Aunque me temo que ya lo hacía de antes. Memorable aquel primer año de facultad cuando dije “no tengo cash”. Tampoco me pareció tan importante, pero esa frase me persiguió desde entonces.

Empecemos:

Mikael Blomkvist: Le odio. Es que no hay más. Qué asco de tío, qué perfecto es, qué guay (se me están revolviendo ya las tripas de pensar en él), el típico personaje por el que las mega-estrellas (masculinas) de Hollywood matarían por interpretar. Con eso ya es para matarle, pero hay más. El colega es super íntegro, periodista insobornable que cuenta la verdad y nada más que la verdad. Ja, TODO el mundo sabe que los periodista son la voz de su amo (un amo muy, muy malo), pero Mikael él. Él es guay, mola. Y les da leccioncitas a los demás con su chupi-libro. Bueno, vale, esto no es malo, pero es que yo ya le tengo manía. Mira que es feminista el colega que tiene una hija a la que nunca ve. Paga la pensión y que se encargue la madre que para eso la parió. ¿La nena le odia? NOOOO, pero si tiene un papi genial, genial, ¿cómo va a odiarle? Mujer comprensiva, como tiene que ser. El tío es tan guay que después de follarte, no le importa que te vayas con otro ni nada. Ni con un amante, ni con el marido ni nada. La monogamia no existe; y como es tan feminista cuando quieres follar no tiene más que chasquear los dedos y ahí está Mikael listo para echarte un polvo. Por la mañana con Erika, a mediodía con Cecilia y por la noche con Lisbeth. ¡¡¡Todo esto sin VIAGRA!!! Y tiene más de cuarenta años el tío. La eyaculación precoz y la impotencia son problemas de veinteañeros inexpertos y machistas que no aman a las mujeres. Mikael es como ese consolador que según el feminsimo-cosmopolitan todas las mujeres deberíamos tener en el cajón de la mesilla de noche. Nunca falla y siempre está ahí cuando lo necesitas. Seguro que en el siguiente volumen también cae la Harriet. Tantos años con su valetudinario marido necesitan una solución. Decimos que la pornografía crea inseguridades en la sexualidad masculina y llega Mikael y madre mía. Podría seguir pero ya aburriría.

Lisbeth Salander: Al principio me encantaba. Luego me hacía fruncir un poco el ceño (y fatal, porque salen arrugas) pero ya al final cuando la tía mema quema las fotos que guardaba el Vanger malo Jr… ¡¡PERO QUÉ SE CREE ESA TÍA!! A mí si un hijo puta me viola y después me mata no me haría ninguna gracia que ninguna flacucha creída quemara las únicas pruebas de lo que me pasó. Pero será zorra. En vez de hacerlo público y que la gente sepa lo que te pasó, ella lo quema y manda a que paguen a la familia. Y ya está. Después de esto ya nada de lo que haga merece mi respeto. No me la creo ya. Flaca, plana, llena de piercings, tatuajes, viste como un chico y con 0 charme, pero TODOS los viejunos encorbatados se mueren por tirársela. ¿Quién se cree eso? Pero ya cuando me hace su numerito de Mata Hara… ahí sí que mata (valga la redundancia). Disfrazarse de mujer-cosmopolitan no es tan fácil como parece. Así que no me lo creo. Y la tía habla perfecto alemán. ¿Cuándo aprendió? Y vale, que la memoria fotográfica existe, pero tanto como con quedarse con todo en pocos segundos… La odio por haber perseguido a Martin y por su culpa murió. Odio que los malos mueran al final. Tienen que pagar.

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